Por: Jane Austen
|
Fecha: 01/01/2012
«Ninguna de las dos tiene nada que decir; tú, porque no te comunicas, y yo, porque no escondo nada», le dice Marianne Dashwood a su hermana mayor Elinor en uno de los pasajes más célebres de Juicio y sentimiento (1811), la primera novela que consiguió publicar Jane Austen. Lo no dicho, el secreto deliberado o impuesto, la verdad oculta y la mentira, el pacto de silencio dictado por la lealtad o la piedad, son en efecto los temas principales de esta novela que traza un cuadro tan hilarante como patético de las desventuras de dos hermanas casaderas, hijas de la gentry pero apartadas -en su condición de mujeres- de la fortuna familiar. Sus tropiezos en el camino del matrimonio, a veces empujadas por la mezquindad de sus propios parientes, las alegres presiones de sus vecinos o los mismos «principios» de su carácter y moral, las llevan a conocer todos los extremos que el «terror a la pobreza» o los estragos de una vida inútil pueden ocasionar en el destino de los hombres.